Con frecuencia acotar un género musical no es tarea fácil y esto es especialmente significativo en la música vocal renacentista italiana. El término frottola se utilizó antes de 1530, año que se acepta comúnmente como referencia de la aparición del madrigal, para hacer referencia a un amplio abanico diverso de música sobre textos poéticos italianos. Y el propio madrigal no escapa a la indefinición como género.
La musicóloga neozelandesa Margaret Mabbet subraya la dicotomía que se produce en el Cinquecento italiano entre géneros vocales acotados desde el punto de vista estilístico y los que son más abiertos y libres (Genre and function. Some thoughts on Italian secular vocal music in the sixteenth century). Entre los segundos destacaría el ya citado madrigal, mientras que la villanella sería una representación del tipo “de forma cerrada”.
De esta forma, el madrigal reuniría a todas a aquellas formas no estróficas y la villanella representaría a las formas estróficas. Pero también hay quien considera la villanella como una manifestación heterodoxa o fronteriza del madrigal, así que la confusión está servida.
Mabbet nos habla en su artículo del hecho de que aunque el crítico Alfred Einstein le dedicó tres tomos de su obra al madrigal (El madrigal italiano, 1949), no acaba de definirlo concretamente en las páginas de su libro y considera cualquier forma musical laica de la época como una forma ligera de madrigal.
Edmund H. Fellowes, que se dedicó a estudiar el madrigal británico (The English Madrigal, 1925), se reconoce incapaz de aportar una definición precisa del género. Lo acota como una forma elaborada de canción secular para varias voces combinadas que fue introducida por músicos flamencos en Italia a mediados del siglo XVI, donde alcanzó su mayor desarrollo. También incluye en su descripción el uso de las voces (“a composition of two or more unaccompanied voices singing in combination, all the voice parts being of equal interest and mainly designed from the same melodic material”) y de la técnica basada en el solapamiento de las voces (“the words are treated in short phrases which are taken up by the various voices one after another in fugal imitation, and the succeeding phrase is introduced usually after two or three repetitions of the previous phrase, commonly overlapping the one it is displacing”).
Fellowes también critica a aquellos que basan la definición del madrigal en el estilo contrapuntístico pues, siempre según su juicio, eso es algo que contiene la esencia de toda la música del siglo XVI (“Those who have attempted to define the madrigal have sometimes added that it was contrapuntual in style and modal in character. The addition is superfluous, because this same description belongs equally to all the music of the sixteenth century, and it does not in any way assist in the discovery of an exact formula.”).
La villanella tiene su origen en Nápoles en donde constituía una forma musical asociada al folclore local que posteriormente alcanzó un aura más refinada y culta. Hacia 1540 se extiende por todo el norte de Italia. Su forma consta de cuatro estrofas, que riman, ABB en la que el tercer verso sirve de estribillo. Inicialmente estaba escrita para tres voces, dos masculinas y una femenina.
La villanella fue utilizada como música escénica en la comedia del arte (commedia dell´ arte) y de hecho, apunta Margaret Mabbet, la primera obra de este tipo de la que tenemos registro fue compuesta y puesta en escena para el duque de Baviera en 1568 por Lassus y Massimo Troiano, dos conocidos compositores de villanelle.
Como se puede observar por la información que ha llegado hasta nosotros, la villanella o canzone villanesca alla napolitana, tiene una forma mucho más reconocible y rígida que la de su contemporáneo, el madrigal. Este último parece más bien un paraguas que alberga un número de géneros distintos frente a la concreción de estilo de la villanella.
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