De Ribera & Navarro.
Masters of the Spanish Renaissance
Amystis y Ministriles de la Reyna
Cada vez se hace más patente la necesidad de la narrativa. Un relato ayuda a despertar la curiosidad por algo hilvanando hechos sueltos en el tapiz de una historia, que genera un contexto que les da sentido dentro del conjunto. Como cuando Wittgenstein, en las crípticas proposiciones de su Tractatus Logico-philosophicus, postulaba que el mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas, es decir, que lo que importa no son las cosas, los elementos individuales en sí, sino las relaciones que se establecen entre ellas. Esto viene a cuento porque hay muchas formas de presentar una grabación de música renacentista española, pero, frente a la mera inclusión de piezas en el disco sin más relación que la proximidad cronológica o estilística, existe la posibilidad de construir un relato que las ponga en relación dentro de un contexto que les confiera un sentido. Y precisamente esta es la filosofía que rige la obra De Ribera & Navarro. Masters of the Spanish Renaissance.
La joint venture acometida por el sexteto vocal Amystis y por el conjunto instrumental Ministriles de la Reyna ha construido una narración de la juventud musical del gran Tomás Luis de Victoria -quien probablemente representa la cumbre la polifonía renacentista española-, a través de la grabación de las obras de dos de sus maestros, Bernardino de Ribera y Juan Navarro. De esta forma, el proyecto articula con sutileza las influencias del maestro Victoria, presentando las creaciones de aquellos que le formaron en el arte y la técnica de la composición.
Tomás Luis de Victoria inició
sus estudios musicales como “seise”, o niño cantor, en la catedral de Ávila, y
permaneció allí hasta el año 1565, fecha en la que se desplazó a Roma para
estudiar en el Colegio Romano. Y en ese templo castellano recibió las
enseñanzas de Bernardino de Ribera y
Juan Navarro, los cuales le
enseñaron todo lo necesario sobre la polifonía, el canto, el contrapunto y la
praxis del órgano. La música de estos dos maestros necesariamente tuvo que
influir en la forma de componer sus obras magistrales. Ninguno de los dos es
excesivamente conocido por el gran público, y, no obstante, nos han hecho
llegar un legado que pone en evidencia la grandeza de la creación musical en
esa España renacentista.
Esta iniciativa de Amystis se aleja sin duda de la práctica común de apostar por los grandes clásicos, algo que reduce el riesgo que implica dar a conocer música que la historia ha relegado a un segundo plano, independientemente de su calidad y grado de belleza formal. Y es que, por desgracia, a menudo estas figuras han quedado eclipsadas por la sombra de Victoria, como subraya Carlos Gutiérrez Cajaraville (Hombre principal en su profesión: revisión y nuevas aportaciones a la biografía de Bernardino de Ribera [ca.1520-1580]): “en nuestro relato histórico, la vida de Bernardino de Ribera comienza in media res, ligada indefectiblemente a la educación musical de Tomás Luis de Victoria”. Otro tanto le sucedió a Juan Navarro.
Juan Navarro, apodado el Hispalensis por su origen sevillano, fue un gran compositor y maestro de capilla en las catedrales de Ávila y de Salamanca, entre otros cargos que desempeña a lo largo de su vida. Al morir había dejado el grueso de su obra lista para la imprenta, y fue su sobrino quien diez años más tarde la llegó a editar en Roma en 1590. Se trata del libro Psalmi, hymni ac Magnificat totius anni, secundum ritum Sanctae Romanae Ecclesiae, quatuor, quinque. ac sex vocibus concinendi. Necnon Beatae semperque Virginis Dei Genitricis Mariae diversorum temporum antiphonae in fine horarum dicendae, que contiene 53 piezas, entre salmos, himnos, magnificat y antífonas marianas.
Por su parte, Bernardino Ribera nació en Játiva en torno a 1520 y fue maestro de la capilla de las catedrales de Murcia, Ávila y de Toledo, y también maestro de coro en la abulense, donde coincidió con el joven Victoria. Parece ser que lo que nos ha llegado de su obra está concentrado en el Códice polifónico 6 de la catedral de Toledo.
En el disco está también presente el compositor Sebastián de Vivanco, quien fue condiscípulo de Tomás Luis en Ávila, y cuya obra, fruto de las enseñanzas que ambos compartieron, añade otra pincelada al fresco de sus juventudes musicales. Igualmente, el trabajo incluye un Magnificat de 1º tono del propio Victoria.
El conjunto Amystis fue fundado por José Duce Chenoll en el año 2010 con el deseo de compartir la pasión por la música vocal e instrumental del Renacimiento y Barroco español. De Ribera & Navarro es su cuarto lanzamiento discográfico, en el que el ensemble está acompañado por el grupo Ministriles de la Reyna, que dirige Javier Martos Carretero. Amystis anteriormente ha grabado Mortales que amáis, Joan Baptista Cabanilles (2012), O Pretiosum Music for the Blessed Sacrament (2016) sobre la obra de Juan Bautista Comes, y Ecos del Parnaso the hidden spanish madrigal (2020), todos para el sello Brilliant Classics.
No se trata de una selección de piezas polifónicas religiosas del siglo XVI, De Ribera & Navarro es en sí una historia, el relato de las mocedades de Tomás Luis de Victoria, a través de la música de sus maestros y de su compañero de estudios, y es también la narración de la vida en las capillas musicales, como indica el propio Duce: “he querido mostrar, no sólo una música interesante y poco conocida, sino una mirada al pasado, a la praxis musical en la España del siglo XVI y a cómo era el trabajo en las capillas musicales”.