Hace tiempo publiqué un post sobre el músico renacentista John Dowland y un lector me hizo el siguiente comentario:
“Interesante artículo, recién escucho su obra Gracias a Philip K dick quien inspirado por Dowland escribió una novela llamada Fluyan mis lágrimas dijo el policía.”
Inmediatamente me saltaron las alarmas, ¿una novela sobre Dowland? Pero no. Una vez investigado el tema en Wikipedia, descubro que se trata de una novela de ciencia ficción de uno de los autores más reputados del género, Philip K Dick, pero que no tiene, directamente, ninguna relación con la Inglaterra isabelina.
De hecho yo no era ajeno a la obra de Dick, pues leí hace tiempo Sueñan los androides con ovejas mecánicas, cuyas páginas ayudaron a edificar el magistral guion de la película de Ridley Scott Blade Runner. Y por desgracia la novela me pareció bastante pobre en comparación con la monumental puesta en escena del film, tanto en su planteamiento como en su desarrollo.
Volviendo al tema que nos ocupa, Flow My Tears, the Policeman Said cuenta una historia sobre la identidad en realidades paralelas en un mundo distópico que, paradójicamente, el autor tan solo sitúa diez años delante en el tiempo desde el año de publicación, que es 1974.
Se supone por tanto que alrededor de 1989 en EE.UU. hay una dictadura policial fruto de una Segunda Guerra Civil, y en lo tecnológico la gente se mueve de un lado a otro en coches voladores, entiendo que como los que salen en Blade Runner. El protagonista es un conocido showman que un día se despierta en otra vida dentro del mismo escenario y que se pasa la novela buscando su yo y su vida anteriores.
John Dowland fue una de las cabezas visibles del movimiento de compositores de canciones para laúd de las islas, una corriente creativa sin comparación en la Europa de la época. Además, su obra está teñida de la melancolía petrarquista asociada a las quejas de un amante cuya pasión no es correspondida por su amada.
La canción Flow My Tears (Fluyen mis lágrimas) es quizá el paradigma de este sentimiento de tristeza de ánimo y dolor psicológico.
Pero centrándonos en la música, la verdad es que no encuentro una relación directa con la obra de Dowland. Aparte de la referencia del título, los capítulos de la novela están encabezados con estrofas de Flow My Tears, pero no se aprecia ninguna conexión con la trama.
Solamente existe una referencia directa a John Dowland en el capítulo diez, cuando el policía protagonista se dedica a escuchar música y comienza con una cinta de aires de Dowland para cuatro voces, y en concreto, con la citada Flow My Tears, que reconoce como su favorita.Ya ya está.
Por tanto, mi ansia de que Flow My Tears, the Policeman Said fuese una historia basada en o relacionada con la música del Renacimiento inglés, acabó en un pozo. Nos quedaremos con la magnífica interpretación que realizan Valeria Mignaco y Alfonso Marín del tema en cuestión en el siguiente vídeo.