viernes, 10 de marzo de 2023

Piacere dei Traversi, la sensibilidad renacentista de la flauta travesera

 



Elogio de las infantas

Piacere dei Traversi

Elogio de las infantas es el nuevo trabajo discográfico del ensemble valenciano Piacere dei Traversi, y su eje temático es la música y literatura en torno a las hijas de los Reyes Católicos. Como ya es habitual en la discografía del grupo -casi  podemos hablar de una marca de la casa- el programa presentado se articula alrededor de una música directamente relacionada con los personajes y su época, jalonada con recitados de textos contemporáneos a ese momento histórico, que aluden a los temas o situaciones tratados.

En esta sugerente propuesta que nos ocupa, Piacere dei Traversi ha querido rendir homenaje a estas infantas que pudieron reinar, pero que tuvieron muertes prematuras o destinos desgraciados: Isabel (1470-1498), Juana (1479-1555), María (1482-1517) y Catalina (1485-1536). Como afirma la filóloga Ruth Martínez Alcorio, que firma las notas interiores del disco, estas mujeres “se convirtieron en musas inspiradoras de cientos de versos, destinatarias y mecenas todas ellas de una literatura (y música) elaborada en su honor”. Y esto es precisamente lo que recoge y refleja con gran acierto Elogio de las infantas.

Piacere dei Traversi es un consort especializado en la interpretación de música renacentista que combina el sonido de las flautas traveseras con la voz, un tándem que, si bien no es muy frecuente en la música antigua actual, era muy apreciada en el pasado. Integrado por la soprano Carmen Botella y las flautistas Laura Palomar y Marisa Esparza, consigue un sonido que recrea con dulzura atmósferas de gran calidez cromática.

El enfoque en lo femenino es uno de los denominadores comunes de la discografía del grupo, puesto que los tres cedés que han lanzado hasta la fecha tienen a grandes mujeres de la antigüedad como protagonistas. Desde su ópera prima de 2018, Vita Christi d’Isabel de Villena, dedicado a una abadesa valenciana del siglo XV que escribió una versión protofeminista del Evangelio, a El mecenatge de Germana de Foix, en 2020, sobre la figura de la reina consorte de Aragón y virreina de Valencia. Y, ahora, este último centrado en las cuatro infantas.

Elogio de las infantas es un programa estructurado en cuatro bloques, cada uno dedicado a una de las infantas y a sus desposorios.  Así, la primera parte, la más larga, se centra en la primogénita, Isabel de Aragón y sus dos matrimonios, con el príncipe Alfonso de Portugal, y, al fallecer éste, con el monarca Manuel I de Portugal. También se hace referencia en esta parte al matrimonio del príncipe heredero Juan con Margarita de Austria.

El bloque siguiente tiene como protagonista a la hermana más pequeña, María de Aragón, que también contrajo matrimonio con Manuel I de Portugal tras la muerte de su hermana Isabel en 1498. La tercera parte está dedicada a Catalina de Aragón, casada con el rey Tudor Enrique VIII -para más tarde ser repudiada y desterrada de la corte-, y la cuarta a Juana de Castilla, y a su matrimonio con Felipe I, apodado “el Hermoso”.

Con este armazón histórico, Piacere dei Traversi construye una narrativa en la que va engarzando con habilidad las piezas musicales de la época y los fragmentos recitados de texto, creando un colorido tapiz de esta fascinante época europea.

En el apartado musical, el disco reposa en gran medida sobre los cancioneros de los siglos XV y XVI, unos documentos que dan testimonio de cuál era la moda imperante en las distintas cortes, es decir, qué música se escuchaba y era preferida. De ellos, quizá el más conocido es el Cancionero Musical de Palacio, que contiene más de 450 piezas, en su mayoría de autores españoles de la época del reinado de los Reyes Católicos. También están presentes temas procedentes del Cancionero de Lisboa, conservado en la Biblioteca Nacional de Lisboa, que data de entre 1530 y 1550.

La parte británica del repertorio procede del Manuscrito de Enrique VIII, una recopilación de canciones cortesanas, editada hacia 1522, que ilustran el gusto musical cortesano. Curiosamente, los dos temas seleccionados para el disco son de autoría del propio monarca, él mismo un gran músico, cuyas obras en el documento llevan en el encabezado el texto: “The Kynge H. VIII.”.

Mención aparte merece la presencia del Cancionero de Juana de Castilla, quizá el menos conocido de todos, pero de igual calidad e interés que los anteriores. Se trata de una recopilación de música polifónica, mayormente franco-flamenca, que se interpretaba en la corte de Borgoña de Felipe el Hermoso y Juana I de Castilla. A pesar de que se habían perdido algunas voces, éstas han sido reconstruidas para algunas de las piezas del disco a través de las concordancias con otras fuentes en las que sí se conservaron completas.

La parte literaria de Elogio de las infantas gira en torno al recitado de fragmentos de textos de la época, como el poema Epithalamium de Antonio de Nebrija, la Instrucción de la mujer cristiana de Luis Vives, así como otros documentos históricos y romances anónimos, que sirven para esbozar un contexto para los personajes y las situaciones relatadas.

Elogio de las infantas se convierte de esta manera en un retablo completo que proyecta el sentir y la sensibilidad de una época muy sugerente, recreando las atmósferas de entonces a través de una interpretación musical de singular belleza.

 

lunes, 27 de febrero de 2023

Accademia Bizantina y la cumbre del Händel instrumental

 


The Exciting Sound of Baroque Music

Händel. Concerti Grossi Op. 3 & Op. 6

Accademia Bizantina y Ottavio Dantone

 

Los concerti grossi de Georg Friedrich Händel están considerados como su mayor aportación a la música instrumental y, para algunos, constituyen, junto con los Conciertos de Brandeburgo de Bach, la apoteosis del concierto barroco y de las más altas expresiones artísticas del siglo XVIII. El último trabajo discográfico del conjunto italiano Accademia Bizantina ha sido precisamente la grabación de los Concerti Grossi op. 3 y op.6 del músico alemán, presentados con todo lujo en una caja contenedora de cuatros discos y de un libro de más de cien páginas, que describe en una edición a todo color la importancia de la obra en sí y los pormenores de la gestación de esta versión dirigida por el clavecinista Ottavio Dantone. Más que un producto discográfico, Accademia Bizantina nos ofrece una apasionante experiencia.

El grupo Accademia Bizantina fue fundado en Ravenna hace ahora cuarenta años, y nace con la intención de “interpretar música como un gran cuarteto”. Desde 1996, Ottavio Dantone ejerce la dirección artística y musical del ensemble, y ha sido el responsable de incorporar el estudio y la investigación filológica como base para la interpretación de la música del período barroco. La formación cuenta en su haber con más de cuarenta grabaciones discográficas para sellos de reconocido prestigio, como Decca, Deutsche Grammophon, Harmonia Mundi, Naïve Classique, Alpha, Onyx, y también para su propio sello, HDB Sonus. En 2021 fue elegida la segunda mejor orquesta del mundo en los prestigiosos Gramophone Awards que otorga la revista británica Gramophone.

Los concerto grossi de Händel son para el musicólogo Manfred Bukofzer su contribución más significativa a la música instrumental de la época. Los grabados por la Accademia Bizantina son los pertenecientes a la op.3, seis conciertos para instrumentos de viento y cuerda (a veces denominados conciertos para oboe), y los de la op.6, que suman doce conciertos para cuerda.

El formato conocido como concerto grosso constituye una forma primitiva de concierto barroco en la que un grupo de instrumentos solistas, el denominado concertino, se enfrenta al resto de la orquesta, denominada en este contexto ripieno o tutti. Sus raíces pueden rastrearse en el uso del contraste tutti-solo en las canzonas de Giovanni Gabrieli y la Escuela Veneciana, pero se considera a Alessandro Stradella el primer creador de piezas para concertino y ripieno, en la década de 1670, aunque todavía no utilizaba el nombre de concerto grosso para denominar este formato.

Un amigo de Stradella, Arcangelo Corelli, es considerado como el primer compositor en crear concerti grossi como tales. Conocido como “il Bolognese” por su relación con la Escuela de Bolonia, dejó doce de estas piezas que integran su op.6 fechada en 1714. Corelli dividía la orquesta en dos grupos, el concertino o solo y el tutti o concerto grosso, y ambos contaban con un continuo. Händel también cultivó este género, y aportó la inclusión de instrumentos de viento en el ripieno.

La primera serie de concerti grossi de Händel que incluye la grabación de Accademia Bizantina -los seis que integran la op.3- fueron compuestos en los años sucesivos a su viaje a Italia, entre 1710 y 1715, para ser publicados definitivamente en Londres en 1734, una época difícil para el compositor. Sus óperas ya no despertaban tanta admiración, en parte por la competencia existente y en parte por el cambio que estaba teniendo lugar en la moda, y empezó a volcarse en la creación de oratorios como alternativa. De hecho, tanto estos concerti grossi como los conciertos para órgano (publicados en 1738 como op.4), fueron concebidos como piezas instrumentales para ser interpretadas en los intermedios de los oratorios.

Ottavio Dantone refiere que las piezas que integran la op.3 fueron recopiladas y publicadas por Walsh sin el conocimiento de Händel, y tienen una procedencia muy dispar, motivo por el cual presentan una serie de incongruencias compositivas y estructurales. Es por ello que Dantone ha preferido reconstruir estos concerti en base a su criterio musicológico, antes que seguir el modelo original al pie de la letra.

El impresor inglés John Walsh había sido el responsable de las ediciones de 1734 y 1738. Händel vivió esta década inmerso en una crisis de popularidad y sufriendo estrecheces financieras. Dada la aceptación que habían tenido en Inglaterra los concerti grossi de Arcangelo Corelli y Francesco Geminiani, Walsh le sugirió la composición de nuevas piezas de este género, que serían comercializadas bajo la fórmula de la suscripción. Händel compuso los doce conciertos de la que sería su opus 6 durante el otoño de 1739, y Walsh los puso a disposición de los suscriptores -entre los que se encontraban miembros de la familia real británica- en abril de 1740.

Para el musicólogo Bernardo Ticci, que ha colaborado en la redacción de las notas que acompañan al disco, los Concerti Grossi op.6 son “un ejemplo extraordinario de fusión del estilo francés con el ágil y fluido estilo italiano; dos lenguajes que Händel hizo propios y transformó en algo nuevo, completamente personal y característico”. De hecho, y como era costumbre en la época, Händel tomó material prestado de su propia obra y de la de otros compositores, y los movimientos son extremadamente variados, combinando distintos formatos y estilos, como oberturas francesas, fugas y danzas inglesas, francesas e italianas.

El trabajo de Ottavio Dantone y de la Accademia Bizantina logra recrear toda la    majestuosidad, la gracia y el refinamiento de estos concerti grossi, que constituyen un verdadero monumento de la música instrumental del Barroco.

 

 

viernes, 10 de febrero de 2023

La música sacra de William Byrd

 


William Byrd. The Golden Renaissance

Stile Antico

El grupo vocal británico Stile Antico ha dedicado su nuevo álbum a la música religiosa de William Byrd, que está considerado por algunos como el padre de la música inglesa. Se trata de la segunda de la trilogía de grabaciones que el conjunto está realizando para el sello Decca bajo el título The Golden Renaissance, iniciada con un volumen centrado en la obra de Josquin des Prez, que vio la luz en 2020.

Byrd fue el prolífico autor tanto de música sacra como de profana, y tanto de piezas vocales como instrumentales, y presenta a lo largo de su obra una imaginación y calidad muy superior a la de sus colegas contemporáneos. Dentro de sus creaciones, destacan las piezas para tecla incluidas en el libro My Ladye Nevells Booke (1591), y también las piezas vocales inglesas, siendo sus recopilaciones más conocidas Songs of sundrie natures (1589) y Psalmes, sonnets, and songs of sadness and pietie (1588). A pesar de que su época de mayor esplendor es inmediatamente anterior a la moda del madrigal italiano a las Islas Británicas, hay expertos que destacan el carácter “madrigaliano” de sus muchas de sus composiciones, dado que utilizó en ellas un contrapunto fluido e intrincado.

Stile Antico ha orientado su disco hacia la parte sacra del acervo del compositor, que es no menos importante en esplendor y calidad, y que pone en evidencia el conflicto religioso que tuvo que enfrentar William Byrd en su vida, pues logró combinar la composición para la Iglesia anglicana con su adhesión a la causa católica, considerada en la época como una deslealtad a la corona desde que Enrique VIII rompe con Roma y se autoproclama cabeza de la Iglesia de Inglaterra.

Trabajó para la corte prácticamente toda su vida, después de ejercer diez años como organista de la catedral de Lincoln, su ciudad natal, y todo parece indicar que su fe católica fue tolerada por la reina Isabel, a la sazón adalid de la Reforma e impulsora de la persecución de los papistas en las islas. Para alguno de sus biógrafos no existen evidencias de que sufriera represalias a lo largo de su vida, pero otros defienden que sí que fue perseguido. En cualquier caso, supo combinar la composición de numerosas piezas religiosas para la iglesia anglicana con la creación de obras para el culto privado de familias católicas nobles. Se puede decir que llevó una doble vida, y que corrió no poco riesgo, a pesar de que entre sus protectores estaba la mismísima reina, que era una gran melómana y además tocaba el virginal con gran destreza.

De las tres misas que compuso Byrd entre 1592 y 1595, Stile Antico ha grabado completa la de cuatro partes o cuatro voces (las otras dos tienen tres y cinco voces, respectivamente). Las misas se celebraban de forma ilegal en la comunidad católica inglesa, siempre bajo la amenaza del espionaje y la denuncia, y, por si hubieran estado poco perseguidas, una nueva ley de 1563 endureció la legislación existente, imponiendo grandes multas a los feligreses que asistían e incluso la pena de muerte a los curas que las oficiaban.

El disco también incluye cantos en latín procedentes de Gradualia, el libro considerado su obra magna. Se trata de dos ciclos de motetes publicados en 1605 y 1607, respectivamente, y dedicados a dos personalidades de la nobleza católica del momento, Henry Howard, Earl de Northampton y Sir John Petre. También incorpora la grabación del motete Tribue Domine perteneciente al volumen Cantiones sacrae de 1575, que aparentemente -solo aparentemente- presenta un elevado tono doctrinal anglicano. Como curiosidad de este doble juego que llevaba William Byrd, se ha señalado que, en su obra sacra de finales de la década de 1580, empieza a tratar con insistencia temas bíblicos relacionados con la persecución de los elegidos, como el cautiverio en Egipto y Babilonia, y el deseo de la liberación final, y que esto podría ser una protesta encubierta por la persecución a la que se veían sometidos los católicos en la Inglaterra de su época, utilizando para ello pasajes del Antiguo Testamento.

Stile Antico presenta además piezas en inglés, como Retire my soul, Turn our captivity y Praise our Lord, all ye Gentiles del libro Psalmes, songs, and sonnets (1611).

La mejor recomendación para escuchar este disco es la que nos dejó el propio William Byrd en la introducción de Psalms, Songs and Sonnets, dirigida “a todos los verdaderos amantes de la música”: “solo deseo esto: que vosotros os preocupéis tanto por escuchar [mis canciones] bien expresadas, como yo me he preocupado en su composición y corrección”. Así sea.

 

 

jueves, 26 de enero de 2023

Los cantos de los minnesängers, los trovadores enamorados alemanes

 


Under der Linden. Gesänge der Minnensänger

Ensemble Céladon

Siguiendo la estela de los trovadores occitanos, en Alemania, los bardos enamorados que le cantaban a la naturaleza adquieren el nombre de minnesängers, término derivado de la palabra minne que significa amor. Se trataba de poetas germanos que en el siglo XII le cantaban al amor ideal. El conjunto francés Ensemble Céladon ha dedicado su último trabajo discográfico a la música de los trovadores alemanes, publicando un recital grabado en vivo en abril de 2022 en la capilla Lycée Saint-Louis-Saint-Bruno de Lyon.

Dirigido por el contratenor Paulin Bündgen, el Ensemble Céladon persigue tanto la recreación de obras caídas en el olvido, como la producción de espectáculos escénicos. El combo actúa en numerosos festivales franceses y europeos, como Ambronay, Les Rencontres Musicales de Vézelay, Voix et Routes Romanes, Music in the Dales (Reino Unido), Les Nuits de Septembre (Bélgica), Fondazione Pietà de' Turchini (Italia), Julita (Suecia), Musica da Povoa de Varzim (Portugal), o Tage Alter Musik Regensburg (Alemania). Hasta el momento ha grabado diez discos, entre los que destacan Nuits Occitanes, dedicado a las canciones de los trovadores provenzales, Deo Gratias Anglia, integrado por música británica de la época de la Guerra de los Cien Años, o Hieros, sobre la polifonía asociada a la catedral de Notre-Dame.

Under der Linden (Bajo el tilo), recoge once temas de la música trovadoresca alemana, ofreciendo una rica presentación del género interpretado por los minnesängers. El origen de estos poetas se sitúa en el reinado del emperador Federico I Barbarroja, es decir, entre los años 1152 y 1190, y se identifica a Heinrich von Veldeke como uno de los primeros en defender y practicar la rima pura y el verso simétrico, siendo su obra Eneit una de las primeras novelas cortés de la literatura germana.

Los minnesängers eran recibidos como invitados de honor en los castillos y palacios y pagaban la hospitalidad recibida interpretando su poesía musicada para sus anfitriones. No solían depender de juglares que interpretasen sus composiciones pues era bastante normal que lo hicieran ellos mismos. En cuanto a los géneros que trabajaban estos músicos, tres eran los formatos: leich, spruch y lied. El leich podría venir de danzas antiguas, aunque hay quien le atribuye un origen eclesiástico. El spruch era un tema monoestrófico, mientras que el lied solía constar de tres secciones muy regulares desde el punto de vista métrico. Entre las piezas seleccionadas para la grabación, figuran algunas de Konrad von Würzburg, Heinrich Frauenlob, Konrad Marner y de Walther von der Vogelweide, uno de los poetas más famosos de principios del siglo XIII.

De los castillos y los palacios, la música y profesión de los minnesängers pasa a formar parte de las ciudades del pueblo llano o, si se quiere, de los burgueses. Tras un siglo de existencia, más o menos, los trovadores alemanes desaparecen de la escena pasando el testigo a los denominados meistersängers o maestros cantores. Estos personajes asociados a los gremios de artesanos y comerciantes, cuya vida retrata fielmente la ópera de Wagner Los maestros cantores de Nuremberg, surgen en Alemania hacia el siglo XIV, cuando entra en declive la minnesäng, y se extienden en el tiempo hasta el siglo XVI.

El álbum grabado por el Ensemble Céladon ha contado con las voces de la soprano Clara Coutouly y del contratenor Paulin Bündgen, que son acompañados por instrumentos de la época. En concreto, Nolwenn Le Guern interpreta el violín de arco y el crwth -una especie de lira que se toca con arco-, Florent Marie el laúd medieval, Gwénaël Bihan las flautas, y, finalmente, Caroline Huynh Van Xuan, el organetto.

Under der Linden recrea los aires evocadores, etéreos y misteriosos de la música que reflejaba la pasión amorosa de aquellos trovadores germanos.

 

 

miércoles, 18 de enero de 2023

La maravillosa música para tecla de aquel Madrid dieciochesco

 


Fandangos: el quaderno de don Carlos

Yago Mahugo

El disco que presentamos hoy nos lo ha traído de la mano un aristócrata inglés del siglo XVIII: Charles Cecil Roberts. Este inquieto viajero visitó España a finales de dicha centuria y quedó enamorado de la música de tres grandes compositores, como lo fueron Domenico Scarlatti, el padre Antonio Soler y Luigi Boccherini, plasmando su pasión en un cuaderno de viaje. Precisamente, estas notas que dejó Roberts han sido el hilo argumental de la última grabación de Yago Mahugo, que ha seleccionado y grabado piezas para tecla de estos tres singulares creadores.

Yago Mahugo es un especialista en la interpretación según criterios históricos y fue elegido por el diario El Mundo «artista español del año 2013». Entre los reconocimientos que ha cosechado a lo largo de su carrera, destacan los premios obtenidos en el 35º Concurso Internacional de clave de Budapest y en el 13º Concurso de Clave de Brujas, que está considerado el certamen más importante de música antigua a escala europea.

Aunque Mahugo también ha trabajado la música contemporánea, en su discografía tiene más peso la música antigua, en especial, el Barroco francés. De esta forma, entre sus numerosas grabaciones, se pueden encontrar las dedicadas a la familia Couperin, la que presenta obras de Louis-Nicolas Clérambault y de Louis Marchand, o el disco en torno a la obra de Joseph-Nicolas-Pancrace Royer.

El disco Fandangos: el quaderno de don Carlos ha sido grabado para el sello Cantus Records, lo que supone una garantía de calidad excepcional en la edición, fruto de un trabajo casi artesanal y sumamente cuidadoso, cuyo resultado es un álbum convertido en un objeto en sí deseable tanto por su diseño como por la riqueza y erudición de los textos que contiene, aspectos que aportan un valor añadido a las pistas musicales. Se trata de un catálogo, el de Cantus, que sin duda nos devuelve al feliz sentimiento fetichista de poseer un objeto bello, frente a la “desmaterialización” impuesta por la transformación digital, tan cuestionada y criticada acertadamente por el filósofo surcoreano Byung-Chul Han.

Volviendo a Charles Cecil Roberts -el “don Carlos” del título del CD-, parece ser que llegó a Madrid en 1790 para asistir a la boda de Jacobo Felipe Fitz-James Stuart, V Duque de Berwick, quien contrajo matrimonio con María Teresa de Silva-Fernández de Híjar y de Palafox, el 24 de enero de ese año. El británico se alojó en el edificio actualmente conocido como Palacio de Liria, y, durante su estancia de cuatro años en la ciudad, pudo conocer bien de cerca tanto su vida social, como la música que allí se escuchaba. Roberts se dedicó a coleccionar partituras durante su periplo continental, pero entre ellas no se conserva ninguna de creadores españoles. No obstante, en su diario dejó anotada su devoción por los tres grandes compositores de la España dieciochesca, que protagonizan este disco. De hecho, el Fandango del Padre Soler fue una de sus piezas favoritas, pues consideraba que esa música era capaz de “ahuyentar los males presagios, poner luz en la oscuridad y convertir el agua en vino”. Precisamente, Yago Mahugo ha grabado dos versiones de este tema, una de ellas acompañando al clave con la percusión del mítico músico Pedro Estevan. En el CD aparecen además otros dos fandangos, el de Domenico Scarlatti, y una transcripción para tecla del Quinteto Nº 4 para cuerda y guitarra de Luigi Boccherini titulado igualmente “Fandango”. Igual que en el primer caso, ambos se presentan en una versión en solitario y otra acompañada de percusión.

Domenico Scarlatti llegó a España en 1728, siguiendo a la princesa portuguesa María Bárbara de Braganza, quien, al contraer matrimonio con el heredero del trono, Fernando, ofreció al maestro napolitano el puesto de maestro de música en la corte. No está del todo claro si fue Scarlatti quien introdujo la sonata para teclado en nuestro país, pero lo cierto es que su influencia en la música española de la época fue decisiva, y, especialmente, en la obra del padre Antonio Soler, uno de los nombres más destacados del siglo en la composición musical.

Antonio Soler se formó en la Escolanía de Montserrat, y desde 1752 hasta su muerte ocupó el cargo de organista y director del coro en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde, entre sus muchas competencias, ejercía como profesor de música de jóvenes de la realeza y la nobleza. Este destino le permitía estar en contacto con la corte, que pasaba allí dos meses al año, y especialmente, con los músicos cortesanos. De esta manera, conoció y trabajó con Domenico Scarlatti, y pudo formarse con él, y también con otro grande del momento, como fue José de Nebra. Entre su producción musical destacan las sonatas para tecla, género en el que su genio destaca, en las que combina la doble influencia de la tradición española -Cabanilles y José Elías-, y de Scarlatti. Además, Soler estaba al tanto de la vanguardia musical europea, Boccherini y Haydn, gracias a la relación tan estrecha que matenía con la corte.

En este sentido, Yago Mahugo ha seleccionado dos sonatas del padre Soler y cuatro de Domenico Scarlatti para interpretar en el disco, algunas de las cuales aparecen en dos versiones, para clave y para fortepiano.

El tercer protagonista de esta obra es Luigi Boccherini, quien vivió en España gran parte de su vida, entre 1768 y su muerte, en 1805. Este compositor fue un gran impulsor de la música de cámara -un mérito reconocido por el propio Franz Joseph Haydn-, aumentando el protagonismo del violonchelo en los cuartetos de cuerda, el género musical por el que es quizá más recordado. Precisamente, Mahugo ha seleccionado el conocido Quinteto Nº4 para cuerda y guitarra G448 “Fandango” para ser interpretado con tecla en versión con acompañamiento de castañuelas y en otra sin él.

Fandangos: el quaderno de don Carlos es una obra excelente para conocer y poder apreciar toda la grandeza y la riqueza de la música para tecla que sonaba en aquel Madrid del siglo XVIII, y que impresionó tanto al viajero Charles Cecil Roberts.