miércoles, 16 de octubre de 2024

Martín Códax y la música de los trovadores peninsulares



 Ondas do mar. Las siete cantigas de amigo de Martín Códax 

Aquel Trovar  

 

Resulta curioso que una personalidad que ha llegado hasta nuestra época de una forma tan oscura y difusa como la del trovador Martín Códax haya podido aportar tanto conocimiento sobre la lírica galaico portuguesa del siglo XIII y, en general, sobre la música de los trovadores peninsulares. Lo cierto es que prácticamente no sabemos nada de su vida, aparte de su relación con Vigo, dado que esta ciudad la menciona en seis de las siete cantigas suyas que conocemos. Su obra es uno de los grandes monumentos de la música trovadoresca ibérica y, es por ello, que resulta reconfortante escucharla en una versión tan viva y fresca como la que ha presentado Aquel Trovar en su nuevo lanzamiento discográfico. 

 

Se trata del sexto título en la discografía del grupo, que para la ocasión ha recuperado la voz de la soprano Delia Agúndez puesto que los dos discos anteriores, Dancerías (2021) y De los sones y los instrumentos (2023), eran completamente instrumentales. Se trata de un conjunto formado en 2017 que ha centrado sus repertorios hasta ahora especialmente en la música medieval y renacentista. 

 

La figura de Martín Códax se conoce desde una fecha relativamente reciente, en concreto, a finales del siglo XIX. La primera mención a este trovador vino de la mano del periodista e historiador Teodosio Vesteiro Torres, autor de la obra Galería de gallegos ilustres (1875), por medio de un un artículo publicado en las páginas 345-348 en El Heraldo Gallego de Orense en junio de 1876. La siguiente pista que nos lleva hasta Martín Códax fue la obra Cancioneiro portuguez da Vaticana (1877) de Teófilo Braga, que realiza grandes aportaciones en torno a los orígenes de la lírica de la península ibérica. 

 

El problema era que aunque se conocían cada vez más textos de las canciones de los trovadores gallego portugueses del siglo XIII, no se sabía con certeza cómo habían sonado en su tiempo. Y, en éstas, en 1915 fue descubierta una verdadera “piedra Rosetta” de las cantigas: el Pergamino Vindel. El librero y anticuario Pedro Vindel, al desencuadernar un volumen que contenía una edición de la obra de Cicerón De officiis, se topó con un documento con siete rótulos o rollos de cantigas de amigo compuestas por Martín Códax, que incluían la notación musical de cada pieza. Este tipo de soporte para los intérpretes de las canciones nunca antes se había visto, pero se conocía de su existencia porque aparecía en las miniaturas e ilustraciones de los códices medievales. El hallazgo de Vindel permitió conocer de primera mano esos rollos y confirmar su existencia. 

 

Precisamente, las siete cantigas de amigo que presenta el disco Ondas do mar son todas las que contenía el pergamino, y, en suma, toda la obra que se conoce de Martín Códax. Las cantigas de amigo, a diferencia de las de escarnio que eran abiertamente mordaces, son un género lírico de corte melancólico que tuvo gran éxito en la Castilla del tercer cuarto del siglo XIII. Suelen estar protagonizadas por una doncella que lamenta la ausencia de su amado en primera persona. Presentan una forma retroencha, es decir, una estrofa monorrima con estribillo monorrimo. 

 

Aquel Trovar ha realizado una recreación rigurosa y cuidada de las siete cantigas, pero a la vez ha sabido acercar la música de hace ocho siglos al oído actual de forma que suena atractiva y cercana. Además de Delia Agúndez, en el disco han participado el flautista Antonio Torralba, el laudista José Ignacio Fernández y Daniel Sáez Conde interpretando instrumentos de cuerda frotada. 

 

 

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