viernes, 7 de noviembre de 2025

La reflexión existencial a través de la música renacentista



Cómo se pasa la vida. Meditación filosófica en la canción renacentista Aquel Trovar

El Renacimiento trae consigo la consideración del ser humano como centro del universo y medida de todas las cosas. Sin embargo, a pesar de este protagonismo que se nos otorga, la muerte condena a nuestra existencia a la finitud, es decir, que nuestras vidas tienen un fin inexorable. De esta forma, la conciencia de la muerte y su inevitabilidad se convierten en un tema obsesivo para los intelectuales de la época, y se traduce en las formas artísticas, como la pintura, la poesía o la música. Este es el punto de partida del nuevo disco del conjunto Aquel Trovar, un trabajo que realiza un viaje por las formas musicales renacentistas de Europa y su relación con el paso del tiempo y de las vidas humanas.


Cómo se pasa la vida. Meditación filosófica en la canción renacentista es el séptimo trabajo discográfico del grupo, cuyo ámbito de actuación se mueve entre los repertorios medievales y los renacentistas. De hecho, el lanzamiento inmediatamente anterior al que nos ocupa estuvo dedicado a las cantigas de amigo del trovador gallego Martín Codax, y, en 2023, grabaron un disco instrumental sobre danzas de la Edad Media, De los sones e de los instrumentos. Por otro lado, Dancerías (2021) y Cantar sola (2019) se centraron por contra en la música del Renacimiento.


Aquel Trovar está integrado por la soprano Delia Agúndez y los instrumentistas Antonio Torralba, José Ignacio Fernández y Daniel Sáez Conde. La filosofía que inspira el trabajo del grupo se resume en tres puntos: el respeto a las fuentes, la potenciación del poder evocador de la música histórica y el cuidado del detalle. En concreto, los miembros del ensemble persiguen sobre todo recuperar el repertorio de música antigua española y europea, fundamentalmente renacentista y medieval, con veracidad en las conclusiones y versiones llevadas a cabo. De esta forma,  pretenden basar su trabajo en la investigación, partiendo de fuentes originales y revisando la labor al respecto de los expertos.


El disco que nos ocupa es un homenaje explícito al poeta Jorge Manrique y a su archiconocida obra Coplas a la muerte de su padre, probablemente la más bella elegía escrita en castellano. El título -Cómo se pasa la vida- es uno de los versos del poema y, por cierto, el nombre del grupo también procede de él: “¿Qué se hizo aquel trovar/ las músicas acordadas/ que tañían?”. En este sentido, la grabación incluye entre sus pistas una versión del poema musicada por el vihuelista sevillano Alonso Mudarra e incluida en su obra Tres libros de música en cifra para vihuela (1546).


Como ya ocurría en la ópera prima del grupo, Canciones de la vieja Europa (2017), este disco supone un extenso y concienzudo repaso al repertorio renacentista de los distintos puntos del continente europeo. Aquel Trovar lleva a cabo una interpretación de las piezas con soltura y agilidad -lejos de aproximaciones a la música de esta época más timoratas, encorsetadas y escleróticas-, haciendo gala de una seguridad y un dominio de los sonidos históricos que denotan un notable acervo de experiencia y conocimientos.


Desde la península ibérica la grabación incluye la citada obra de Mudarra sobre el poema de Jorge Manrique, y, también, dos villancicos firmados por Juan del Encina y Gabriel Mena pertenecientes al Cancionero Musical de palacio, así como dos canciones del salmantino Juan Escribano que fueron publicadas en Italia. Este último país por su parte está representado por la frottola -un género que precedió al madrigal a principios del siglo XVI-, en concreto, por una de Bartolomeo Tromboncino y otra de Marchetto Cara. De algo más al norte, de los Países Bajos, el disco presenta piezas de Tylman Sustato y Jan Pieterszoon Sweelinck, y también del alemán August Nörmiger y del polaco Wacław z Szamotuł.


La canción francoflamenca aparece en Cómo se pasa la vida a través de nombres como Jacques Arcadelt, Orlando de Lassus, Johannes Hesdimois y Guillaume Costeley. También se ha incluido una maravillosa chanson de Claudin de Sermisy, Puis Que Fortune, que poco tiene que envidiar a la bellísima interpretación que realizó Delia Agúndez del clásico de Sermisy Tant que vivray en el disco del grupo Canciones de la vieja Europa.


Los músicos británicos constituyen el grupo más numeroso de este repertorio, algo natural dado que la música de la era isabelina y la etapa inmediatamente posterior estuvo caracterizada en gran medida por un sentimiento de melancolía reflexiva, cuyo paradigma es el laudista John Dowland. Con todo, el disco se inicia cronológicamente mucho antes, con una pieza del Manuscrito de Enrique VIII, un compendio de las canciones que se escuchaban y bailaban en el palacio del monarca inglés, que está firmada por el propio rey, dado que era un excelente músico. Algo posteriores en el tiempo aparecen representados los madrigalistas, como Wilbey, Morley y Weelkes, e igualmente nombres como Edward Gibbons y Thomas Campion, que compusieron a caballo entre los siglos XVI y XVII. Y, por supuesto, no podía faltar el maestro del ayre inglés, John Dowland con una de sus piezas más hermosas y emotivas Come Heavy Sleep. Este corte  me ha despertado el único “pero” que le veo al disco, aunque es producto de un capricho personal: la versión que ha grabado Aquel Trovar es instrumental y hubiera sido grandioso haberla escuchado en la voz de Delia Agúndez, dado que la soprano tiene una capacidad especial para interpretar el repertorio en inglés, como demostró en varios temas de Canciones de la vieja Europa (Come Again de Dowland, entre otros) y, muy especialmente, en el magnífico disco The Purcells (2016), con el que dio a conocer la obra de Daniel Purcell, el hermano del genio Henry.


Con todo, y dejando de lado mis manías personales, un título excepcional que demuestra una vez más la extraordinaria capacidad que tiene este conjunto para desenvolverse con soltura en los repertorios históricos sacando su cercanía y belleza.