martes, 9 de julio de 2024

Orazio Vecchi y la comedia madrigalesca


 

Le veglie di Siena

La Compagnia del Madrigale

Glossa


A Orazio Vecchi, compositor nacido en Módena en 1550, se le atribuye la invención de un nuevo tipo de madrigal que él bautizó como comedia armónica, pero que es más conocido por la expresión comedia madrigalesca. Básicamente, se trata de una aproximación de la música polifónica de finales del Renacimiento a la commedia dell'arte, es decir, asociar el madrigal a situaciones escénicas dramáticas o cómicas. Precisamente, el ensemble vocal La Compagnia del Madrigale ha elegido uno de los títulos más conocidos de Vecchi, Le veglie di Siena, como tema de su nuevo disco, que ha sido editado en el sello Glossa.


La Compagnia del Madrigale fue fundada en 2008 por Rossana Bertini, Giuseppe Maletto y Daniele Carnovich, quienes habían cantado juntos en distintas formaciones durante espacio de veinte años. A este proyecto se sumaron las voces de Francesca Cassinari, Elena Carzaniga, Raffaele Giordani y Marco Scavazza. En la primavera de 2011, el conjunto alumbró su primer trabajo discográfico basado en una antología de madrigales sobre textos del Orlando Furioso de Ariosto. Los repertorios que trabajan oscilan entre el Renacimiento tardío y el primer Barroco, de forma que han grabado música de Cipriano de Rore, Luca Marenzio, Carlo Gesualdo y Monteverdi, entre otros, habiendo cosechado importantes reconocimientos, como son el Grammophone Award 2014, Diapason d’Or de l’Année 2013, Preis der deutschen Schallplattenkritik, Japan Record Academy Award 2017, Choc di Classica, Cd of the Week del Sunday Times, Choral & Song Choice di BBC Music Magazine o Amadeus Premio del disco 2015.


Le veglie di Siena fue compuesta en 1604, siete años después de la obra más renombrada del autor, L’Amfiparnaso. La mayor parte de las comedias marigalescas fueron compuestas entre 1567 y 1630, y entre los autores más destacados se encuentran, aparte de Vecchi, Adriano Banchieri, Gasparo Torelli, Giovanni Croce y Alessandro Striggio.


La comedia madrigalesca se puede definir como un conjunto de canciones polifónicas que comparten un tema común, es decir, una serie de madrigales recogidos bajo el mismo título o sobre la misma temática. Esta sería la interpretación desde el punto exclusivamente musical, como cuando distintas estrofas de un mismo poema son musicadas como madrigales individuales. No obstante, existe otro concepto de comedia madrigalesca basado en que el poeta establece una trama dentro de una serie de composiciones polifónicas, dando lugar a lo que se podría llamar un “madrigal dramatizado”, que podría llegar a tener una relación con la escena teatral. De hecho, como apuntábamos arriba, hay autores que establecen una relación directa entre este tipo de madrigales y la commedia dell’arte, un género escénico muy popular durante el siglo XVI en Italia basado en la improvisación y en la utilización de una serie de personajes fijos (Pantalón, Arlequín, Polichinela…).


Tanto Orazio Vecchi como Adriano Banchieri tomaron prestados argumentos de la commedia dell’arte para sus comedias madrigalescas, que, a pesar de su nombre, no se trataba necesariamente de piezas humorísticas y desenfadadas, y no pocas tenían tramas dramáticas.


Le veglie di Siena, cuyo título completo es Las vigilias de Siena o los distintos humores de la música moderna para 3-6 voces, compuestos y divididos en agradables y serios, consta de juegos que tienen lugar en una academia, una reunión cultural en la que los participantes se juntan para reflexionar, conversar o jugar en sociedad. En el primer juego, el príncipe invita a los participantes a mostrar sus habilidades de imitación de diversos acentos, tanto italianos como de otros idiomas, como el español o el alemán. Después la vigilia continúa con una alegórica búsqueda del amor en forma de diálogo, La caccia d’Amore. La segunda parte trata acerca de los humores de la música moderna, y está integrada por una serie de madrigales en los que se representan diferentes estados de ánimo.


Un disco sin duda interesante por todo lo que tiene atractiva la compleja perfección de la polifonía de finales del Renacimiento, y, también, por traer al primer plano este curioso subgénero del madrigal que para algunos constituye el precedente de la ópera barroca.


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