Triste España sin ventura es una maravillosa pieza de Juan del Encina que expresa el dolor por la muerte del príncipe Juan, heredero de los Reyes Católicos.
Juan murió en 1497, probablemente de tuberculosis, -aunque la leyenda lo atribuye a “excesos de amor”-, y había contraído matrimonio con Margarita de Austria es mismo año, para cuya boda Encina había compuesto Triunfo de amor. Al dolor por la pérdida humana se une en este canto la incertidumbre sucesoria que experimentaba la España de la época.
Es un lamento que pone en evidencia la fuerza de Juan del Encina como poeta en una época en que comenzaba a introducir el género pastoril en nuestro país, antes incluso que Garcilaso de la Vega.
Por desgracia, si eliminamos del poema las alusiones al príncipe Juan y obviamos el castellano arcaico, nos queda una descripción bastante fiel del estado de ánimo de la España actual (“Tormentos, penas, dolores/te vinieron a poblar”).
Reproduzco a continuación el texto del poema y un vídeo en el que se reproduce este villancico.
Triste España sin ventura,
todos te deven llorar.
Despoblada de alegría,
para nunca en ti tornar.
Tormentos, penas, dolores,
te vinieron a poblar.
Sembrote Dios de plazer
porque naciesse pesar.
Hízote la más dichosa
para más te lastimar.
Tus vitorias y triunfos
ya se hovieron de pagar.
Pues que tal pérdida pierdes,
dime en qué podrás ganar.
Pierdes la luz de tu gloria
y el gozo de tu gozar
Pierdes toda tu esperança,
no te queda qué esperar.
Pierdes Príncipe tan alto,
hijo de reyes sin par.
Llora, llora, pues perdiste
quien te havía de ensalçar.
En su tierna juventud
te lo quiso Dios llevar.
Llevote todo tu bien,
dexote su desear,
porque mueras, porque penes,
sin dar fin a tu penar.
De tan penosa tristura
no te esperes consolar.
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