El dúo valenciano Dolce Rima lleva ya casi quince años recorriendo los escenarios de todo el país interpretando repertorios renacentistas y barrocos. Aunque en ocasiones recurren a otros músicos, la esencia del grupo son la soprano y violagambista Julieta Viñas y la intérprete de instrumentos de cuerda pulsada Paula Brieba. Como ellas mismas reconocen, se sienten muy cómodas en este formato minimalista e intimista, acorde con el tipo de repertorios que les gusta acometer. Dolce Rima fue finalista en la I Edición de los Premios GEMA en la categoría de Joven Grupo 2014, y ganador del Premio Joven Grupo 2015 en la II Edición de los Premios GEMA en junio de 2016.
El nuevo disco que acaban de presentar, Mil pesares puestos en cifra para vihuela y voz, está dedicado a la música del Renacimiento español y, muy especialmente, a las composiciones incluidas en los libros para vihuela de la época, verdaderas joyas del patrimonio histórico musical de nuestro país. Se trata de un proyecto que, partiendo del conocido tema Mille regretz atribuido al compositor franco-flamenco Josquin des Prez, se sumerge en el sentimiento de melancolía asociada a la pérdida presente en no pocos poemas que sirven de letra de muchas de las canciones del siglo XVI.
Vuestro disco anterior estuvo dedicado a Barbara Strozzi ¿qué os ha llevado a volver en éste al Renacimiento español?
Han sido diversos los factores que nos han llevado a realizar este proyecto. Por un lado, el abordar de nuevo este tipo de repertorio con mayor madurez musical y personal, y también porque al cumplirse dentro de poco el 15 aniversario de Dolce Rima, nos parecía una buena idea retomar la música polifónica para vihuela y voz, y con ello tener siempre presente la esencia del grupo como dúo formado por voz e instrumentos de cuerda pulsada del Renacimiento y del Barroco.
Por otra parte, nos pareció que la temática escogida para el disco era muy cercana a la post pandemia, lo cual nos motivó más aún el hecho de que a través de estas piezas podíamos expresar nuestras emociones en sintonía con el sentir colectivo tras haber sufrido una experiencia social tan traumática.
¿Hay diferencias en el modo de abordar el repertorio renacentista entre vuestra ópera prima de 2018 Al alba venid y el presente Mil pesares?
Puede haber diferencias de madurez musical y personal, como decíamos antes, por lo vivido en la pandemia, la experiencia de la maternidad, etc., así como una mayor preparación teórica y técnica en nuestros respectivos instrumentos, pero nos seguimos dejando llevar por nuestros sentimientos y preocupaciones que en el fondo no dejan de ser los mismos que en el Renacimiento y es lo que nos gusta hacer sentir al público. Como decía Gardel en el tango Volver, “20 años no es nada” pero a veces te das cuenta de que 500 años tampoco lo son tanto. Además, para nosotras, con el paso de los años, el hecho de “volver” al Renacimiento es sentirnos también como en casa, es hablar desde la honestidad y desde nuestra propia esencia como grupo que lleva años de dedicación y pasión por esta música.
Mil pesares es una expresión que aparece en la letra del tema Mille regretz, atribuido a Josquin des Prez. ¿En qué medida esta canción articula temáticamente el disco o le imprime un determinado estado de ánimo?
Es el hilo conductor que articula el disco. La temática gira en torno a los Regretz: los lamentos, las despedidas que en ocasiones mantienen el anhelo del retorno, las amargas pérdidas, el sentimiento de añoranza, la invocación a una naturaleza sosegada e indiferente al sufrimiento del yo lírico…
Nos pareció interesante retratar musicalmente todo este sentir renacentista tan magistralmente expresado por poetas y músicos de la época. Es por ello, que consideramos significativo poner esta canción como apertura del disco, para desde el comienzo dar cuenta de esta voluntad de abrirse en canal, seguida de La Canción del Emperador. Según explica el musicólogo Pepe Rey, este título que da Narváez a su versión para vihuela de la canción Mille regretz nos da a entender que esta fue la canción preferida del emperador Carlos V, una persona con tendencia a la melancolía debido a las duras experiencias vitales que sufrió desde niño (quedarse huérfano y tener que asumir enormes responsabilidades), cuyo trasfondo conectaba con este tipo de canciones.
El contenido del disco se centra en mayor medida en los libros de cifra para vihuela del siglo XVI ¿cuál es, a vuestro juicio, su papel e importancia dentro de la música renacentista española?
La vihuela de mano es el instrumento más representativo del Renacimiento español; jugó durante el siglo XVI un papel similar al del laúd en el resto de Europa. Aunque sabemos que en la península coexistían laúdes y vihuelas, la vihuela fue sin duda el preferido. Como comenta el musicólogo Mario Guada en las notas del disco, Carlos V, del que antes hemos hecho un breve apunte sobre su personalidad, tenía dos capillas musicales y para la música profana confiaba en intérpretes nativos dándole a la vihuela un papel destacado en la creación musical privada. Los libros de vihuela suponen un fiel retrato de la época en cuanto al gusto, las formas utilizadas en las canciones con acompañamiento de vihuela y constatan que Carlos V sentía predilección por la música polifónica de compositores flamencos o de los españoles Morales, Guerrero, Vásquez, etc.
Habéis seleccionado numerosas intabulaciones de piezas polifónicas del extremeño Juan Vásquez ¿por qué precisamente las de este compositor? ¿Cuál es su razón de ser en este repertorio?
No es tanto que hayamos escogido nosotras canciones de Juan Vásquez, sino que un buen número de ellas, con la temática del tópico elegido para el disco, fueron intabuladas por los propios vihuelistas en sus libros de vihuela, y esto significa que el compositor tuvo un éxito grandísimo en la época ya que era una práctica muy común del Renacimiento versionar o intabular piezas ya existentes y que habían alcanzado gran popularidad a modo de grandes hits. Es el caso, como hemos dicho antes, de la Canción del Emperador, pieza de Narváez basada en la original Mille regretz atribuida a Josquin des Prez, incluida en el disco junto con la del compositor franco-flamenco.
Vuestras grabaciones siempre resultan muy nítidas de forma que se entiende con claridad el texto cantado ¿qué importancia le otorgáis a la poesía dentro del marco de la interpretación musical?
Consideramos la poesía o el texto de las canciones como algo indisoluble de la música. Las canciones que aparecen en el disco contienen poemas pertenecientes a los más grandes autores de la lírica culta renacentista como son Garcilaso, Boscán o Petrarca, así como de la poesía tradicional española propias del romancero o del cancionero. Gracias a estos textos podemos aproximarnos al sentir de la época en diferentes ámbitos y por ello nos parece tan importante. Por ejemplo, puede haber una profunda invocación a la naturaleza desde un dolorido sentir (Canción I, Boscán) y también una queja de una pastora hacia un pastor debido a su actitud irreverente (Morenica dame un beso, anónimo). Conseguir una expresividad musical óptima y la inteligibilidad de la voz siempre ha sido un objetivo imprescindible para nosotras.
Siempre lleváis a cabo una puesta en escena minimalista, una o dos voces y un instrumento ¿os habéis planteado alguna vez algún proyecto que implique un mayor número de intérpretes?
El proyecto discográfico anterior a este, Saffo Novella, fue concebido precisamente como cuarteto (dos sopranos, tiorba y viola da gamba), pero es cierto que no nos hemos propuesto hasta día de hoy aumentar mucho más este número de músicos por diversas razones, entre otras porque nos vemos muy identificadas con el formato camerístico a través del cual realizar proyectos de carácter intimista, ya que esto conecta más con nuestra esencia y con el tipo de repertorio que nos interesa abordar. En definitiva, pretendemos seguir ofreciendo al público el tipo de sonoridad que hasta el momento más nos caracteriza.
Este año cumplís quince años como dúo en activo ¿cómo valoráis toda esa trayectoria profesional?
Para ser precisas, aunque es verdad que en 2009 nos conocimos y empezamos a hacer música juntas, fue en 2010 cuando Dolce Rima nació oficialmente como grupo. El primer concierto que dimos fue en nuestra ciudad, Valencia, en el palacio barroco del Marqués de Dos Aguas, y desde entonces no hemos dejado de dar conciertos en festivales de música antigua en toda la geografía española, así como en diversas propuestas multidisciplinares que se salían un poco de la habitual zona de confort. Siempre hemos abrazado este tipo de oportunidades como retos para seguir aprendiendo y adquiriendo madurez escénica y musical. Si bien hemos de reconocer que nos gustaría mostrar con más frecuencia nuestros proyectos fuera de España, nos sentimos muy afortunadas y orgullosas de poder decir que todo lo que hemos logrado hasta la fecha ha sido fruto de nuestro esfuerzo y perseverancia.
Cada vez hay más festivales dedicados a la música antigua en nuestro país y no son pocos en proporción los lanzamientos de grabaciones cada año, teniendo en cuenta lo raquítico de la industria discográfica actual ¿habéis observado a lo largo de estos años de carrera un incremento del interés del público por estos repertorios? ¿Podemos hablar de un boom actual de la música antigua?
La verdad es que sí ha habido un creciente interés por la música antigua tanto en festivales clásicos como en otro tipo de eventos, y cada vez, afortunadamente, hay más público interesado. Aun así, creemos que todavía queda mucho por hacer en el campo de la música clásica enfocada a la antigua, y mucho de lo conseguido ha sido gracias al trabajo realizado desde hace años por la Asociación de Grupos Españoles de Música Antigua (GEMA).
Aparte de presentar en directo el repertorio de Mil pesares, ¿qué nuevos proyectos tenéis en mente a medio y largo plazo?
Ahora mismo estamos moviendo diferentes proyectos en concierto, entre ellos Saffo Novella, dedicado a los dúos de soprano de Strozzi y gracias al cual conseguimos el Premio GEMA 2022 al mejor Grupo Barroco del siglo XVII; La vita fugge, proyecto a trío de elevada naturaleza poética (tópicos universales) junto con la flautista Elena Escartín, y el proyecto más reciente del que aquí hablamos: Mil Pesares puestos en cifra para vihuela y voz. Como proyectos discográficos tenemos varias opciones sobre la mesa que llevamos tiempo gestando y que anunciaremos próximamente.
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