martes, 5 de abril de 2022

Sopra La Spagna: la España de las mil danzas

 



Sopra La Spagna

La Spagna

El nuevo disco del ensemble La Spagna bien pudiera llamarse Sketches from Spain, como aquella obra maestra del trompetista de jazz Miles Davies, puesto que todas las piezas que contiene sugieren visiones musicales de España, en este caso, del Renacimiento y el Barroco. Se trata de composiciones -algunas firmadas por músicos españoles, pero la mayoría no- que contienen directa o indirectamente la idea de España, bien porque se trate de variaciones de la famosa melodía renacentista La Spagna, que da nombre al grupo y a la obra, bien porque se trate de formatos de danza de origen español, ya real o históricamente atribuido.

España siempre ha estado muy presente en la música de la edad moderna europea, aunque la historiografía musical, en general, no ha reflejado su grandeza de su legado. El estudio de las formas artísticas anteriores al siglo XIX es relativamente reciente, salvo contadas excepciones, y, a diferencia de otros países de nuestro entorno, la historia de la música española no ha tenido gran difusión. Nuestra propia historiografía musical empieza mucho más tarde que la de nuestros vecinos, que arranca sobre todo en el siglo XVIII, y su origen puede ser localizado en la obra de José Teixidor Discurso sobre la Historia Universal de la Música (1804).  El segundo volumen del libro está dedicado a la música española, de la que dice que “el observar que tanto los historiadores italianos como franceses apenas hacen mención a la música española nos hizo creer por algún tiempo [..] que los españoles no habían tenido más compositor de música conocido de las demás naciones europeas que Cristóbal de Morales”. Pero luego reflexiona sobre algo que dice un tal Bonet (quizá el músico del siglo XVII Juan Bonet de Paredes) sobre la afición de los españoles a la música, pues comenta “que por los años 1700, época en la cual él [Bonet] escribía su historia, hasta los gañanes iban a su trabajo al son de arpas y guitarras”, lo que conduce a Teixidor a estudiar el caso para demostrar que “los músicos españoles han sido los maestros de la mayor parte de las naciones europeas en las tres épocas, antigua, media y moderna”.

Lo anterior viene a colación porque Sopra La Espagna establece lo español como hilo argumental que va hilvanando los distintos temas seleccionados, cuyos títulos aluden a España de una manera u otra.

La Spagna, un proyecto liderado por el violagambista Alejandro Marías, nació en 2009 como iniciativa versátil que cuenta con un número variable de intérpretes en función del repertorio a acometer: desde el pequeño número de instrumentos que requiere la música de cámara, hasta la abundancia de efectivos que necesita una producción orquestal u operística. Este disco pertenece a la primera clase más minimalista e intimista, y en él han intervenido siete intérpretes en formato de cámara.

A modo de introducción abre el disco el clásico del poeta y músico Juan del Encina Triste España sin ventura, un canto desconsolado a la muerte en 1497 del heredero de los Reyes Católicos, y sobre las implicaciones de incertidumbre política para el país. Seguidamente, y a lo largo de un buen tramo de grabación, acapara el protagonismo una sola melodía, la de La Spagna, un tema inmensamente popular en la música renacentista europea. Se trata de una bassa danza, un baile cortesano probablemente de origen hispano, que apareció impreso por primera vez en Italia en 1455. Se considera la primera imagen musical española cultivada desde el extranjero, a la que seguirían otras danzas que contribuyeron a construir la identidad musical de España, como la pavana, el canario, la españoleta o la folía.

La Spagna es una danza construída sobre 46 notas que, si atendemos a lo que afirma Pepe Rey (Europa baila español: danzas desde La Spagna hasta la Spagnoletta, 2018), ha conocido más de tres centenares de elaboraciones contrapuntísticas de distintos maestros europeos del Renacimiento. El disco Sopra La Spagna recupera varias versiones del tema, como las de los laudistas Vincenzo Capirola y Francesco Canova da Milano, la realizada por Guglielmo Ebreo da Pesaro, una firmada por Heinrich Isaac, o las de los españoles Antonio de Cabezón y Francisco de la Torre.

Mención aparte merece la aproximación al tema que realizó el también español Diego Ortiz en su Tratado de glosas sobre cláusulas y otros géneros de puntos en la música de violones nuevamente puestos en luz de 1553, obra que incluye hasta seis recercadas sobre el canto llano La Spagna, que han sido incluidas en este álbum. Igualmente, Alejandro Marías y el vihuelista Ramiro Morales han incluido una séptima recercada de creación propia.

Sopra La Spagna se completa con otras danzas que llevan una referencia a nuestro país, como la españoleta, en este caso compuesta por los miembros del grupo, en base a originales históricos, a través de sesiones de videoconferencia durante el confinamiento. También figuran dos piezas de compositores británicos, como una pavana de Francis Pilkington y el tema A Spanish Humor - The Lord Hayes Favoret del capitán Tobias Hume.Finalmente, desde Francia llega una aportación del músico Antoine Forqueray, y dos danzas más -zarabanda y folia- del emblemático violagambista barroco Marin Marais.

Junto a Alejandro Marías han intervenido en la grabación el citado Ramiro Morales y Juan Carlos de Mulder, interpretando diversos instrumentos de cuerda pulsada, Jorge López-Escribano en los instrumentos de tecla, Pablo Garrido en la viola da gamba, así como el arpa de Sara Águeda y las percusiones de Daniel Garay.


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