Grabado procedente de Wikipedia |
A veces no nos damos cuenta de lo mucho que nos ha cambiado la vida las redes. Mucho antes de la eclosión de Internet, había por mi casa una cinta de cassette grabada de Radio Nacional cuyo contenido era un programa de música renacentista para guitarra, en su mayoría, pero que acababa con una pieza para orquesta que a todas luces pertenecía a una época posterior. El caso es que me enamoré de esa melodía en la que, tras una introducción de todos los instrumentos, entraba una guitarra solista que entablaba una conversación musical con el conjunto. El problema era que, aunque la cinta duraba 90 minutos, esta pieza había sido grabada casi al final y se cortaba a los pocos minutos de empezar. Por otro lado, había sido suprimida la introducción del locutor radiofónico, por lo que no tenía la menor idea acerca del título de la obra ni del nombre de su autor. Y ahí quedó la cosa durante años.
De repente llegó el tsunami de Internet y todos entramos en las redes y en la era de la información, o mejor dicho, en la sobreabundancia de información. Varios años después de mi inmersión digital me acordé de la cinta dichosa y de la maravillosa música que contenía, y decidí emprender la búsqueda, una verdadera queste del Grial, para conseguir identificar la pieza y el autor. Contaba con las siguientes pistas, medianamente avaladas por mis escasos conocimientos de música culta:
Así que me dedique a mirar en webs de música buscando nombres de compositores para guitarra del siglo XVIII, comprobando con sorpresa y alegría que la lista de los principales no pasaba de diez. Después apliqué el filtro de aquellos que habían escrito conciertos para las seis cuerdas y la lista se redujo algo. Finalmente, me fui a Amazon.com, donde antes de comprar un disco on line te permiten escuchar el principio de cada pista, y me dedique a buscar mi preciado concierto entre la obra disponible de los músicos seleccionados. La verdad es que no me costó mucho llegar a esclarecer el misterio e identificar la obra en cuestión como el primer movimiento del Concierto para guitarra Nº1 Opus 30 en La de Mauro Giuliani. La búsqueda de años había llegado a su fin.
Mauro Giuliani fue un prolífico compositor italiano de música para guitarra, además de profesor e intérprete de reconocida pericia, que nació en 1781 y se codeó en Austria con figuras de la talla de Beethoven o Rossini. De hecho, gran parte de su obra la constituyen adaptaciones a la guitarra de fragmentos de óperas de éste último, las denominadas Rossianas. También compuso para violín y creo que para cello, aunque desconozco (por ahora) esa parte de su obra.
A continuación he insertado el primer movimiento del citado concierto para guitarra que me trajo loco durante tanto tiempo. En otro post hablaré de sus ariettes o canciones para guitarra y soprano, que es de la música más dulce y evocadora que he escuchado jamás.
De repente llegó el tsunami de Internet y todos entramos en las redes y en la era de la información, o mejor dicho, en la sobreabundancia de información. Varios años después de mi inmersión digital me acordé de la cinta dichosa y de la maravillosa música que contenía, y decidí emprender la búsqueda, una verdadera queste del Grial, para conseguir identificar la pieza y el autor. Contaba con las siguientes pistas, medianamente avaladas por mis escasos conocimientos de música culta:
- La obra en cuestión era un concierto para guitarra, dado que asemejaba una contienda (concerto en italiano) entre el citado cordófono y el resto de la orquesta.
- El aire airado y heroico de la melodía parecía haber superado la rigidez formal del barroco pero no mostraba aún la pasión del Romanticismo, por lo que probablemente pertenecía al Clasicismo, que los libros y expertos sitúan entre 1750 y principios del siglo XIX.
- La pista anterior quedaba en parte justificada por el hecho de tratarse de una orquesta completa y no de un conjunto de cámara, más propio de épocas anteriores.
Así que me dedique a mirar en webs de música buscando nombres de compositores para guitarra del siglo XVIII, comprobando con sorpresa y alegría que la lista de los principales no pasaba de diez. Después apliqué el filtro de aquellos que habían escrito conciertos para las seis cuerdas y la lista se redujo algo. Finalmente, me fui a Amazon.com, donde antes de comprar un disco on line te permiten escuchar el principio de cada pista, y me dedique a buscar mi preciado concierto entre la obra disponible de los músicos seleccionados. La verdad es que no me costó mucho llegar a esclarecer el misterio e identificar la obra en cuestión como el primer movimiento del Concierto para guitarra Nº1 Opus 30 en La de Mauro Giuliani. La búsqueda de años había llegado a su fin.
Mauro Giuliani fue un prolífico compositor italiano de música para guitarra, además de profesor e intérprete de reconocida pericia, que nació en 1781 y se codeó en Austria con figuras de la talla de Beethoven o Rossini. De hecho, gran parte de su obra la constituyen adaptaciones a la guitarra de fragmentos de óperas de éste último, las denominadas Rossianas. También compuso para violín y creo que para cello, aunque desconozco (por ahora) esa parte de su obra.
A continuación he insertado el primer movimiento del citado concierto para guitarra que me trajo loco durante tanto tiempo. En otro post hablaré de sus ariettes o canciones para guitarra y soprano, que es de la música más dulce y evocadora que he escuchado jamás.
Es que Giuliani representa un virtuoso en la guitarra, tiene un estilo muy contrastante para su etapa.
ResponderEliminarÉse concierto para guitarra es de los mejores, te recomiendo también el de Villa-lobos, el Elegíaco y el de Toronto de Leo Brouwer, el Concierto del Sur de Manuel M.Ponce y el de Castelnuovo-Tedesco. Si te gusta algo más armónico está la Fantasía para un Gentilhombre y el Concierto de Aranjuez de Rodrigo o uno de Vivaldi, aunque el Concierto Antillano de Ernesto Cordero (no el político) también es muy recomendable.
Ante todo muchas gracias por tu comentario: anima ver que esto no es un monólogo y que se produce interacción.
ResponderEliminarGracias también por todas las referencias que aportas; prometo buscarlas y escucharlas. De Vivaldi he escuchado conciertos para mandolina y laúd, pero no para guitarra.
Efectivamente, Giuliani es maravilloso y ahora estoy más metido con sus ariettes para guitarra y voz, que por cierto, no sé si son suyas o son las que comento en el artículo que adaptó de óperas de Rossini. A través de él he llegado a Fernando Carulli, que es otro guitarrista interesante.
Muchas gracias y un abrazo