lunes, 18 de julio de 2016

Aurélien Delage y el clavecín de Françoise Couperin

A pesar de su relativa juventud, Aurélien Delage (Angulema, 1979) es un experto en la música barroca para tecla francesa y cuenta en su haber con una interesante discografía de la que destaca L’Entretien des Dieux de 2008, que centrada en los clavecinistas de palacio de Luis XIV, le proyectó para actuar en el prestigioso Oudemusiek festival de Utrecht en 2010 y en varias ciudades holandesas al año siguiente. Tras publicar una recopilación de la música para clave de Geoffroy en 2013 y el disco Le Petit Livre d’Anna Magdalena Bach en 2015, este año ha centrado su actividad discográfica en los libros para clavecín que escribió Françoise Couperin (1668-1733). Se trata de un total de veinticuatro piezas procedentes de los libros primero y segundo y del tratado didáctico L'art de toucher le clavecin. 

Couperin es uno de los grandes nombres del Barroco francés que alcanzó en vida los más altos honores profesionales, en concreto, como músico en Versalles. Aparte de ostentar el cargo de organista en la iglesia de Saint-Gervaise, un puesto que era potestad de su familia desde hacía seis generaciones, fue reclamado desde la corte en 1693 para convertirse en maitre de clavecin des enfantes de France y ordinarire de la musique du roi.

El musicólogo y violagambista Jordi Savall le define como "músico poeta par excellence", puesto que creía en "la habilidad de la Música (con M mayúscula) para expresarse a sí misma en sa prose et ses vers (su prosa y su verso)".

Durante la segunda mitad del siglo XVII el clavecín se convirtió en el instrumento protagonista de la música francesa gracias a que durante este periodo de tiempo convivieron figuras de la talla de Jacques Champion de Chambonnières, Louis Couperin y Jean Henry D'Anglebert, a los que sucedieron  François Couperin y Jean-Philippe Rameau que mantuvieron su gloria durante el siglo siguiente (Rameau falleció en 1764). Todos estos compositores supieron llevar más allá la interpretación del instrumento explotando todo su potencial sonoro y técnico.

El reinado de Luis XIV (1638-1715), el Rey Sol, fue un periodo de esplendor de las artes en general y especialmente de la música. El propio monarca tocaba la guitarra y bailaba y mantenía a un gran número de profesionales para satisfacer las necesidades musicales de la corte. Los puestos de músico oficial de la corona tenían eran heredados y solían transmitirse entre los miembros de una misma familia. De esta manera, antes que Françoise, su tío Louis Couperin había trabajado anteriormente para el rey.

Es en este marco de esplendor cultural en el que Françoise Couperin escribe sus cuatro libros de música para clavecín, que ven la luz sucesivamente en 1713, 1717, 1722, y 1730. Se trata de alrededor de 230 piezas concebidas para ser tocadas solamente con el clavicémbalo o con pequeños conjuntos de cámara. El músico las agrupó en ordres, una categoría equivalente a la suite que utilizaban los músicos alemanes de la época. Básicamente la ordre era una sucesión de piezas cortas, a veces danzas populares, en las que la primera y la última van en la misma tonalidad, mientras que las otras pueden variarla.  

Se dice que las ordres de Couperin influyeron sobremanera en J.S. Bach, quien por otro lado era amigo epistolar del músico francés. Los cuatro libros contienen en total veintisiete ordres.

Aurélien Delage se ha centrado en su disco exclusivamente en la interpretación de piezas procedentes del primer y el segundo volumen. En el primer caso, solamente ha elegido una selección de la tercera ordre, mientras que el segundo, incluye la sexta y la séptima completas. Reproduzco a continuación la sucesión de piezas que incluyen las tres ordres del CD para dar una idea de su estructura:

Libro Primero. 3e ordre, do m/do M: La ténébreuse, allemande; Premiere courante; Seconde courante; La lugubre, sarabande; Gavotte; Menuet; Les pélerines; Les laurentines; L’Espagnolète; Les regrets; Les matelotes provençales; La favorite, chaconne; La lutine.

Libro Segundo. 6e ordre, si M: Les moissoneurs; Les langueurs-tendres; Le gazoüillement; La Bersan; Les baricades mistérieuses; Les bergeries, rondeau; La commére; Le moucheron.

Libro Segundo. 7e ordre, sol M/sol m: La Ménetou; Les petits âges: La muse naissante, L’enfantine, L’adolescente, Les délices; La Basque; La Chazé; Les amusemens.

Por último, completan el disco dos piezas procedentes de la obra  L'art de toucher le clavecin de 1716, un manual de técnicas para tocar el clavecín que incluye ejercicios de digitación, pulsado y ornamentación. Delage ha elegido interpretar el tercer preludio en sol menor y el séptimo que incluye el libro.

La grabación de Aurélien Delage nos transporta a la era de mayor gloria del clavicémbalo a través de las composiciones de uno de los mayores genios del instrumento, Françoise Couperin.


miércoles, 6 de julio de 2016

Las canciones de amor de Jehan Lescurel

Un aspecto que hace de la música antigua un campo apasionante es precisamente lo oculto entre los pliegues del tiempo que se nos presentan no pocas figuras históricas, y a pesar de poder disfrutar de lo que nos ha llegado de su maravillosa obra, lo que sabemos de sus vidas se basa en datos confusos, controvertidos y fácilmente refutables. Jehan Lescurel es uno de estos casos y los miembros del  Ensemble Céladon le han elegido como protagonista de su último programa discográfico, The Love Songs of Jehan Lescurel, publicado recientemente.

Lo primero que choca de este exquisito músico medieval del siglo XIII es que prácticamente el único hecho que se conoce de su vida es el haber sido ahorcado en París el 23 de mayo de 1304 acusado de numerosos abusos y violaciones a mujeres, incluidas monjas. No obstante la musicóloga Christelle Chaillou-Amadieu pone en duda esta imagen diabólica de Lescurel nacida a principios del siglo XX. A su juicio, la claridad de la obra que nos ha legado denota la mano de una persona recta, más sencilla que los hechos horribles que se le atribuyen. De hecho, y aunque no podemos tener certeza alguna de casi nada, parece ser que Lescurel era un apellido bastante común en el París del siglo XIV y no sería descabalado pensar que la leyenda hace referencia a otro hombre distinto de nuestro trovero.

Lo que sí sabemos con certeza de Jehan Lescurel, también conocido como Jehannot de l'Escurel, es que es un compositor que con sus canciones anticipa la aparición del estilo Ars Nova y la obra de Guillaume de Machaut. Nos han llegado hasta treinta y dos temas suyos, básicamente virelais, baladas y rondeaux. Se le asocia al clero y hay fuentes que le identifican como canónigo de Notre Dame y catedrático de la universidad de París.

La citada Christelle Chaillou-Amadieu del collège de France sitúa la belleza sencilla e intemporal de la música de Lescurel en un cruce de caminos entre diversas influencias: trovadores provenzales y troveros aquitanos, pero también de los ministriles de las cortes de Champaña y Flandes. Dicen de él que tomó la música de las catedrales, de los cantos  a la Virgen, y la convirtió en sentidas canciones de amor cortés. Porque el tema principal que ocupa su obra es el amor obsesivo y desmedido por las damas.


Todas las composiciones de Jehan Lescurel que conocemos nos han llegado a través de Roman de Fauvel, un largo poema satírico del siglo XIV plagado de música -hasta 169 temas-, intercalada entre las historias que relata, básicamente  críticas alegóricas hacia la Iglesia y el Estado.

Ensemble Céladon aborda la obra de Lescurel con una gran variedad de posibilidades de instrumentación. En total participan en el disco tres cantantes y cinco instrumentistas: laúd medieval, viola de arco, flauta, arpa gótica y percusión. Resulta especialmente rica la combinación del timbre de voz de contratenor (Paulin Bündgen, el director artístico del grupo) y de las dos sopranos, que impregna las melodías de una textura dulce y luminosa.


El ensemble debe su nombre al personaje llamado Céladon de la novela La Astrea (L’Astrée) de  Honoré d’Urfé, escrita hacia 1627. Se trata de un pastor enamorado de la también pastora Astrea. El conjunto se forma en 1999 y desde entonces desarrolla programas de música medieval, renacentista y barroca, que denotan una fuerte raigambre académica combinada con una puesta en escena creativa y colorista.

En el campo medievalista han creado obras como Deo Gratias Anglia, proyecto centrado en la Guerra de los Cien años, o Le Grand Rêve de´Orient, que gira en torno a la música de los caminos de las cruzadas. Y también trabajan el espectro musical renacentista con programas como Soledad tenguo de ti y , sobre compositores portugueses y franceses respectivamente, además de incurrir en el sonido barroco, tanto temprano, como el de Tarquinio Merula, como más maduro como el de Henry Purcell o el mismo Bach.
La Belle Au Cler Visage