jueves, 24 de noviembre de 2011

En memoria de Montserrat Figueras


Ayer miércoles de madrugada falleció la genial soprano Montserrat Figueras, esposa de Jordi Savall y una de las voces de referencia en el campo de la música antigua española. Nacida en 1942, desde la década de los setenta se dedicó junto a su marido a estudiar y difundir sobre todo la música española, aunque también la europea y sudamericana, a través de los grupos Hespèrion XXI, La Capella Reial de Catalunya y Le Concert des Nations.

No voy a resumir su biografía porque está más completa en la web de Alia Vox, su sello discográfico, pero quiero resaltar la importante labor que han desempeñado tanto ella como su marido por difundir la música antigua española por el mundo, y lo que es más importante, por descubrirnos a nosotros mismos el maravillosos patrimonio cultural que tenemos en este campo, y que por desgracia no solemos conocer. Resulta patético que los volúmenes sobre historia universal de la música solamente se acuerden de España a partir del siglo XIX, cuando tenemos una tradición desde la Edad Media muy rica y variada, capaz de competir tanto en el  Renacimiento y el Barroco con cualquier otra nación.

He encontrado en YouTube un bonito vídeo de fotos suyas que pueden servir de homenaje a su memoria. 


lunes, 21 de noviembre de 2011

Las ensaladas del chef Mateo Flecha, “el Viejo”


A pesar del título, este post no trata de labores culinarias, ni siquiera de hortalizas o  productos de la huerta. La ensalada a la que me refiero es un género musical del siglo XVI que tuvo su máximo exponente en el músico tarraconense Mateo Flecha, “el Viejo”, cuyo sobrenombre pretende distinguirle en los anales de su sobrino homónimo, también compositor,  al que la historia recuerda como Mateo Flecha, “el Joven”.

La ensalada, al igual que el plato del mismo nombre, combina distintos ingredientes de diversa índole en una misma pieza musical. Por una parte, mezcla idiomas variados como el latín, castellano, catalán, francés, italiano y portugués. Adicionalmente, introduce tanto elementos profanos como religiosos. Finalmente, trata tanto temas serios como cómicos. Este abanico de tendencias tiene su equivalente en el tratamiento musical, dado que presenta frecuentes cambios de ritmo y una alternancia de las distintas voces que entran en juego: diálogos entre dos pares de voces, partes interpretadas en solitario…

En el currículum de Mateo Flecha figura el haber sido maestro de la catedral de Lérida a partir de 1523, y según su sobrino, el haber ostentado el título de maestro de capilla de las Serenísimas Infantas de Castilla, doña María y doña Juana, hacia 1547. Prácticamente su obra conocida se reduce a las ensaladas, aunque también ha llegado hasta nosotros algún villancico suyo, cuya persistencia en el tiempo hay que agradecer al otro Mateo Flecha, “el Joven”, que las publicó en Praga (no sé por qué precisamente en dicha ciudad) en 1581. De hecho, el buen sobrino destaca “la cuales (las ensaladas) aunque son viejas, ninguno antes de él las compuso, ni después (con preciarse todos de ellas) nadie las ha recopilado ni hecho estampar”. Vamos, que si no llega a ser por él, nunca hubiéramos disfrutado de la obra de “el Viejo”. Sin embargo, de las once ensaladas conocidas por sus títulos, solamente han sobrevivido hasta nuestros días seis: Jubilate, El fuego, la Bomba, La negrita, La guerra y La justa.

El experto Higinio Anglés, editor de la edición moderna de las ensaladas de 1954, pone en evidencia la relación de éstas con los temas navideños, como por ejemplo “en La guerra describe con una realidad pasmosa la valentía del Gran Capitán, el Redentor recién nacido, que viene a luchar contra Lucifer”. Añade Anglés un juicio general sobre la obra de Flecha: “en estas piezas de las ensaladas, Flecha se presenta como el polifonista de más fuerza y de más genio entre los compositores españoles del siglo XVI que cultivaron la música profana.”

A continuación dejo un vídeo con la representación de la ensalada “La bomba” y reproduzco el texto.



La bomba

Bomba, bomba y agua fuera!
Vayan los cargos al mar
que nos ymos anegar,
do remedio no se espera!
A l'escota socorred! socorred!
Vosotros id al timón!
Qué espacio! corred, corred!
No veis nuestra perdición?

Esas gúmenas cortad porque se amaine la vela!
Hazia acá contrapesad! Oh, que la nave se asuela!
Mandad calafatear que quizá dará remedio!
Ya no ay tiempo ni lugar
que la nao se abré por medio!

Qué haremos?
Si aprovechara nadar?
Oh, que está tan bravo el mar,
que todos pereçeremos!
Pipas y tablas tomemos!
Más, triste yo, qué haré?
Que yo, que no sé nadar moriré!

Virgen madre, yo prometo rezar con tino tus horas.
Si Juán, tú escapas hiermo moras.
Montserrate luego meto.
Yo triste ofrezco tambien, en saliendo de este lago
ir descalzo a Santiago
Eu yendo a Jerusalem.
Santa Virgen de Loreto, San Ginés, socorrednos!
Que me ahogo Santo Dios!
San Telmo, santo bedito!
Oh, Virgen de Guadalupe nuestra maldad no te ocupe!
Señora de Monserrate oý señora gran rescate!

Oh, gran socorro y bonança!
nave viene en que escapemos!
Allegad que perescemos!
Socorred no haya tardança, socorred!
No sea un punto detenido señores, ese batel!
Oh, que ventura he tenido
pues que pude entrar en él!

Gratias agamus Domino Deo nostro
Dignum et justum est.

De tan grande benefiçcio rescebido en est día
Cantemos con alegría todo hoy por su servicio!
Ea, ea, sus, empeçemos!
empieçe tú, Gil Piçarra a tañir con tu guitarra
y nosotros te ayudaremos.
Esperad que esté templada
Tiemplala bien, hi de ruín.
Din di rin din...
Oh, como está destemplada!
Acaba, maldito ya!
Din di rin din...
Es por demás!
Sube, sube un poco más!
Din di rin din...
Muy bien está!

Ande, pues, nuestro apellido
el tañer con el cantar
concordes en alabar
a Jesús rezien nascido.
Din di rin din...
Bendito el que ha venido a librarnos de agonía
Bendito sea este día que nascio el contentamiento
remedió su advenimiento mil enojos.
Din di rin din...
Benditos sean los ojos que con piedad nos miraron
y benditos que así amansaron tal fortuna.
No quedé congoja alguna
demos prisa al navegar
poys o vento nos ha de llevar.
Garrido es el vendaval!
No se vió bonança igual
sobre tan gran desatiento
bien ayas tú, viento que ansi me ayudas contra fortuna.
Grita todos a una: Bonança, salvamiento!
Miedo ovistes al tormento no tuviendo ya esperança
o modicae fidei!
Ello está muy bien ansí.

Gala es todo a nadie hoy duela la gala chinela,
de la china gala, la gala chinela
Mucho prometemos en tormenta fiera,
más luego ofreçemos infinita çera
De la china gala, la gala chinela.
Adios, señores, a la vela!

Nam si pericula sunt in mari
pericula sunt in terra
et pericula in falsis fratribus.

martes, 15 de noviembre de 2011

XV Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza 2011


Un festival con solera dentro del panorama musical de nuestro país dado que su primera edición tuvo lugar en 1997. Se celebra en distintos lugares de las ciudades de Úbeda y Jaén y está promovido por la Junta de Andalucía, la Diputación de Jaén y los ayuntamientos de las dos ciudades, entre otras instituciones.

La edición de este año pretende confrontar las tendencias clásicas con las modernas que se han ido produciendo a lo largo de la historia de la música: conservadores/progresistas, acción/reacción. Para ello, los organizadores han elaborado un esmerado y completo programa que se ejecutará  entre el 25 de noviembre y el 13 de diciembre en las distintas sedes del evento, y que cubre un amplio abanico de géneros y estilos de distintas épocas.

El programa completo se puede consultar aquí.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Pergolesi y la cumbre de Stabat Mater

Hace tiempo discutía yo con mi amiga Paloma Mantilla de Coralea sobre música sacra. Yo defendía que los himnos protestantes son infinitamente más bonitos que la música que se canta en las misas católicas (de hecho, creo que dije que “realmente elevaban el corazón hacia el Señor”), mientras que ella argumentaba que había una gran tradición de música maravillosa asociada a la Iglesia. Y yo con ironía respondí que sí, pero que no se solía interpretar el Stabat Mater de Pergolesi en la misa de ocho de Santa María, iglesia de   Sigüenza, localidad en la que ambos coincidimos. Pues cuál no sería mi sorpresa cuando unos meses después vi anunciado el Stabat Mater en el citado templo a cargo de un conjunto vocal de Guadalajara capital, con motivo de la celebración de la Semana Santa. Me está bien empleado por bocazas.

Anécdotas cómicas aparte, Stabat Mater es uno de esos textos recurrentes a lo largo de la historia, siendo musicado por compositores de distintas épocas, y que alcanza su punto culminante con la versión que aporta Giovanni B. Pergolesi en la primera mitad del siglo XVIII. La obra en cuestión es un poema de veinte estrofas y sesenta versos, compuesto por el franciscano Jacopone de Benedetti en el siglo XIII, que narra la muerte de Cristo desde los ojos de su madre. Jacopone adoptó los hábitos tras la muerte de su esposa y parece ser que fue un espíritu rebelde de su época, llegándose a enfrentar al mismísimo papa Bonifacio VIII y pagando por ello con la cárcel. Muy en la línea operativa de la Orden de San Francisco, escribió Stabat Mater como un vehículo didáctico para acercar la Historia Sagrada al pueblo inculto, utilizando en sus versos un lenguaje sencillo y comprensible por todos.

A pesar de que ya en la época de Jacopone el poema se incorporó a la liturgia entonándose durante la celebración en marzo de los Siete Dolores de la Santa Virgen María, numerosas versiones se han ido sucediendo a lo largo de la historia, destacando las de Josquín Després en 1519 y la de Palestrina en la segunda mitad del siglo XVI, hasta las de compositores tan conocidos como Vivaldi, Haydn o Schubert. Sin embargo, la partitura de Stabat Mater que ha quedado en los anales ha sido la de Giovanni Pergolesi, realizada por encargo de la Cofradía de la Virgen de los Dolores y estrenada en 1736, el año de la muerte del compositor. Inmediatamente gozó de un gran éxito por todo Europa y su manuscrito fue copiado, profusamente interpretado e incluso adaptado por otros músicos. La obra original está compuesta para dos castrados (la Iglesia prohibía a las mujeres exhibirse y cantar en lugares de culto), uno soprano y otro contralto, aunque en la actualidad es interpretada por una soprano y una mezzosoprano. Pergolesi concibió el Stabat Mater para una orquesta de cuerda y bajo continuo, con los violines distribuidos en dos grupos.

Al igual que el poeta británico John Keats, Pergolesi tiene el record de alcanzar la genialidad universal en el menor tiempo de vida, 26 años. A pesar de su corta existencia, ha dejado a la posteridad numerosas obras; desde óperas bufas y serias a cantatas, amen de otros tipos de piezas. Gozó de una gran popularidad en su época como compositor teatral, aunque la mala salud que arrastraba desde la niñez acabó con su vida en 1736. De hecho, su estado físico había empeorado tanto ese año que le escribió en una carta a uno de sus maestros, Francisco Feo, que no sabía si le iba a dar tiempo a acabar su Stabat Mater por el que le habían pagado diez ducados.